Si estás pensando en adquirir un compresor de aire, quizás te sientas abrumado por la gran cantidad de productos que hallarás en el mercado. Puedes encontrar desde un compresor de aire eléctrico hasta uno a gasolina, pasando por el compresor de aire médico. Por eso, antes de decidirte por uno u otro producto, es fundamental que dispongas de la información correcta, para que así tengas claro en qué fijarte si quieres tomar la mejor opción.

La primera pregunta a la que debes responder para despejar dudas es ¿cómo y en qué circunstancias piensas usar el equipo? Una vez que lo definas, podrás buscar el equipo que te ofrezca características satisfactorias al elegir tu artefacto.

Es evidente que el uso industrial no es comparable con dar potencia a una pistola de pintura, ni tampoco a un compresor de aire médico; los usos y las bondades del equipo serán diferentes en cada caso. Por eso, clarificar tus intenciones es el paso esencial para hacer una buena compra.

Compresores de Aire Portátiles y de Pistón
Si vas a utilizar equipamiento pesado, requerirás de mayor presión y volumen. Pero si el uso que pretendes darle a tu compresor es netamente doméstico, esperar a que un gran tanque se llene cada vez que lo ocupes irá en desmedro de un trabajo productivo. Por ello, existen en el mercado compresores portátiles, que darán rápida solución a usos caseros livianos, tales como: pistolas de calafatear, spray, pegamento, inflado de neumáticos pequeños, pelotas o botes.

También encontrarás entre la amplia oferta algunos dispositivos con distinto uso y potencia. Por ejemplo, pistolas de aire comprimido para pintar o limpiar superficies, las cuales pueden ser alimentadas con compresores portátiles. Otras, en tanto, requerirán de un tanque de aproximadamente 5 litros y 30 psi en presión.

Para mayor potencia, los compresores de pistón probablemente son lo que necesitas. Están los de etapa simple - que pueden dar una potencia de 150 psi y son indicados para uso doméstico -, mientras que los de doble etapa están diseñados para uso industrial, y pueden estar continuamente encendidos sin mayores inconvenientes.

Otros aspectos a considerar

Los caballos de fuerza normalmente oscilan entre los 1.5 y 6.5 HP, por lo que tendrás que buscar algo que se ajuste a los mismos criterios de potencia antes descrita. Un indicador que también tiene bastante importancia es el Standard CFM (SCFM), que indica la capacidad de metros cúbicos por minuto. Si piensas alimentar varias herramientas a la vez, es necesario que midas su uso de CFM total y dejes un 30% extra de seguridad. Esa cifra te dará la capacidad que debieses buscar en un producto idóneo.

Fíjate también en el tamaño de lo que piensas comprar. Debe ser adaptable a tus espacios y necesidades. Además, considera si puedes darle la suficiente alimentación a tu compresor de aire eléctrico. Revisa sus requerimientos de voltaje y consulta con un vendedor especialista si está acorde a las capacidades que tiene la electricidad casera común del lugar en el que vives. Otra opción es considerar adquirir un compresor de aire gasolina.

El compresor de aire gasolina es muy amigable con el consumidor hogareño y predomina entre los modelos portátiles de este artefacto.

Tomando en cuenta estos aspectos básicos, tendrás mayor claridad al decidir la adquisición de un compresor de aire eléctrico o a gasolina, siempre acorde con lo que necesitas. De este modo, no te encontrarás con sorpresas de falta o exceso de potencia a la hora de alimentar este tipo de herramientas.